Mis hijos han acudido, y siguen haciéndolo, a la escuela emocional y a los campus de vacaciones. Siempre vuelven encantados, con una dosis extra al de optimismo y seguridad en si mismos. La implicación emocional de Nacho y su equipo con los niños es increíble. No tengo palabras para definir la conexión establecida con mi hijo y el bien que le ha hecho. Siempre dispuestos a escuchar y ayudar en lo que se pueda. Solo puedo quitarme el sombrero, aplaudir y agradecerles que estén ahí. Enormes.